Persona atrapada en un camión volcado sobre la mediana

El 3 de julio de 2017 a las 12:37, el Centro de Control Regional al noroeste del Cuerpo de Bomberos de Potsdam alertó al Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Dallgow-Doberitz de un accidente de tráfico con un camión volcado en la carretera nacional de cuatro carriles B5, cerca del centro comercial Havelpark. Más datos no estaban claros en el momento de la alerta, ni siquiera el trayecto en el que se encontraba el accidente. Ronny Gerhard, oficial encargado de la zona y al mismo tiempo jefe de operaciones, dividió a los grupos de trabajo que iban llegando, los que fueron en el vehículo cisterna de emergencia para extinción de incendios y después los que fueron en el vehículo de operaciones 1 al lugar del accidente.

Según la ordenanza sobre alarmas y operaciones (AOO, por sus siglas en alemán), también se alertó sobre este suceso al vecino cuerpo de bomberos voluntarios de Falkensee, a la estación de bomberos a tiempo completo, y prestó apoyo con el vehículo de rescate 2. De camino al lugar de los hechos, el centro de control regional informó por radio al jefe de operaciones de que el conductor accidentado se encontraba atrapado en su camión. Inmediatamente después, el oficial encargado, a través del centro de control, alertó también al vehículo 20 del cuerpo de bomberos voluntarios de Falkensee, el cual se encontraba de guardia en ese momento.

Cuando el jefe de operaciones llegó con el vehículo de control de operaciones 1, la imagen de la situación era horrible. El camión, un remolque cuba basculante, cargado con 20 t de escombros, había perdido el control debido a la rotura del neumático delantero izquierdo y había volcado en la mediana. El remolque, debido a su enorme peso, había empujado la cabina del conductor hacia los demás carriles, provocando que este quedase atrapado. El equipo de rescate que estaba integrado por un médico y por cuatro efectivos se había esforzado en garantizar que el conductor siguiera vivo.

Mientras el jefe de operaciones estaba estudiando la situación, empezó a salir humo de la cabeza tractora. Cuando se le preguntó al conductor si viajaba acompañado, este declaró en repetidas ocasiones que viajaba solo en el vehículo. Toda la carga estaba repartida a lo largo de varios cientos de metros. Antes de que las fuerzas de emergencia de Falkensee llegaran, la puerta del conductor pudo ser retirada, proporcionando así un acceso para el rescate. A pesar de todos los temores, el conductor estaba consciente y, decía "Por favor, no me dejes morir", lo que hizo aumentar aún más el ya de por sí elevado estrés psicológico de los rescatadores. Con la llegada del vehículo 20 y del vehículo de rescate del cuerpo de bomberos de Falkensee, se puso en marcha inmediatamente el apoyo al camión con todos los medios disponibles.  A continuación, los efectivos de rescate de ambos vehículos fueron trasladados al lugar del suceso para seguir con el rescate, ahora sí, combinando sus fuerzas 

Daniel Brose, oficial militar del cuerpo de bomberos voluntarios de Falkensee, que había llegado mientras tanto a la escena con su vehículo, asesoró al jefe de operaciones y juntos formaron un comando operativo. Cientos de curiosos fueron llegando a las cercanías del suceso debido a su proximidad con el centro comercial Havelpark y la situación hizo que fuera necesario que el jefe de operaciones requiriera de más efectivos del cuerpo de bomberos de Falkensee y de Wustermark, en particular para garantizar la protección contra incendios del área, apoyar al personal en los trabajos de rescate y las barreras y medidas de seguridad de la zona.

Durante la operación también otros compañeros del cuerpo de bomberos de Dallgow-Doberitz se pusieron en contacto, entre ellos, el oficial destinado en la zona Oliver Frandrup-Kuhr.  A todos ellos se les envió al lugar de la operación y llegaron con los camiones 20, 10 y un vehículo de rescate. Christoph 39, un piloto de helicóptero de rescates de Perleberg, fue solicitado para poder tratar al paciente lo más rápido posible después de su rescate.

Como todos los intentos de liberar al conductor atrapado fracasaron, hubo que elaborar un nuevo plan. El remolque del camión era simplemente demasiado pesado para separar la cabina de la parte tractora, incluso varios cilindros telescópicos juntos no pudieron levantar la cabina del camión de ninguna forma. El servicio de rescate incluso se preparó para realizar una amputación de la pierna atrapada del conductor. Sólo lo podrían evitar si disponían de una grúa . Como no había grúas disponibles en las inmediaciones, el puesto de mando solicitó apoyo, a través del cuerpo de bomberos de Berlín, al equipo técnico de emergencias, estacionado a unos 18 km en el distrito de Charlottenburg/Wilmersdorf.

El centro de control del cuerpo de bomberos de Berlín alertó al equipo técnico de emergencias 1 junto a la grúa 30, 3, a un vehículo de rescate provisto con material de rescate y al servicio de rescate tipo C con un vehículo de mando. Cuando los vehículos de los compañeros berlineses llegaron al lugar, después de informarles sobre la situación se usó la grúa para levantar el camión.  Se tuvo que volver a emplear la grúa para que el segundo intento tuviera éxito, ya que en esta nueva posición de la grúa se consiguió elevar el camión accidentado unos centímetros. Al mismo tiempo, los cilindros telescópicos hicieron presión simultáneamente y el conductor pudo ser finalmente liberado.

Al cabo de unas dos horas, el conductor, que estuvo consciente todo el tiempo, pero que entretanto tenía que luchar una y otra vez para mantener estables sus funciones vitales, fue atendido en todo momento por el servicio de rescate, llevado en la ambulancia, asegurado para su transporte y finalmente transferido al helicóptero de rescate, que lo llevó al Hospital de Traumatología de Berlín Marzahn. 

Como la cara del conductor no se parecía en nada a la de la foto del carné de identidad debido al largo tiempo que llevaba boca abajo, se volvió a comprobar el camión para ver si había una segunda persona en la cabina, lo que no se confirmó.

Un total de 92 bomberos y personal de rescate trabajaron conjuntamente bajo un esfuerzo físico y mental extremadamente alto para poder rescatar al conductor vivo de la cabina completamente destruida.