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La misión del 18º Grupamento de Bombeiro Militar

Categoría: Equipo Internacional de Cuerpo de Bomberos del Año

Cuerpo de bomberos: Corpo de Bombeiros Militar do Estado do Rio de Janeiro (Brasil)

Operación: Rescata de una ballena

La solicitud de rescate de una ballena jorobada se recibió a las seis de la mañana por teléfono en el centro de operaciones del parque de bomberos de Armação dos Búzios, destacamento del cuartel de bomberos n° 18. Una ballena llevaba varada varias horas en la playa Rasa Beach (también conocida como Marina Beach) del municipio de Armação dos Búzios, Río de Janeiro, Brasil.

El bombero militar Sargento Leandro informó inmediatamente al oficial de mando de servicio, el Teniente Charles, quien contactó, entonces, con algunas organizaciones medioambientales y de seguridad: el instituto estatal de medioambiente de Río de Janeiro (INEA), Defensa Civil, la secretaría de medioambiente, las guardias municipal y de parques de la ciudad de Búzios, así como la policía militar del estado de Río de Janeiro (PMERJ) y la capitanía de los puertos de Cabo Frío.El oficial contactó con el centro de gestión de emergencias CBMERJ y con el comandante del parque de bomberos n° 18, responsable de las ciudades de Cabo Frio, Armação dos Búzios, Arraial do Cabo, São Pedro d'Aldeia e Iguaba.

Cuando el comandante llegó al lugar donde se encontraba la ballena, numerosos voluntarios se encontraban junto a ella y dentro del agua, echándole agua con miles de cubitos para ayudarla. Al principio, los equipos del CBMERJ establecieron un perímetro de seguridad para evitar que los voluntarios fueran aplastados por la ballena y para mantener alejados a los turistas curiosos. Pasados unos minutos, doña Aline Peixoto se identificó como bióloga y representante del departamento de medioambiente de Armação dos Búzios. Fue ella quien informó que el cetáceo era una ballena jorobada de unos 10 metros de largo y, aproximadamente, veinte toneladas de peso, sana y originaria de la Antártida.


A través de la bióloga, el comandante del parque de bomberos n° 18 y todo el equipo CBMERJ en escena analizaron los siguientes aspectos: 

  1. Horarios favorables de pleamares; 
  2. Corrientes, bancos y remolinos predominantes cercanos al cetáceo; 
  3. Estado de salud de la ballena; 
  4. Fuerza tensil de cuerdas, cintas tubulares y correas; 
  5. Cantidad y potencia de los remolcadores


Tras el análisis, se emplearon muchos recursos y equipos en funcionamiento, como motos acuáticas (chorro de agua), remolques, vehículos de búsqueda y rescate, radios portátiles, cuerdas, cintas tubulares, cinta cebra, ambulancias o apoyo médico de emergencia. Entre los equipos civiles empleados, se contó con la ayuda de una excavadora hidráulica, tres barcos, botes de pescadores locales, incontables cubos y los azadones de cientos de voluntarios.


En el despliegue operativo de 16 bomberos militares, la organización se estableció en 4 flancos tácticos, definidos como: 

  1. Flanco de tierra: responsable de la base del comando operativo y de la seguridad del área (prevención y servicio de ambulancias). Proporcionaban comida a los bomberos y establecían la comunicación con otras organizaciones.
  2. Flanco del Mar del Norte: compuesto por personal salvavidas del CBMERJ y operadores de motos acuáticas, responsables del amarre y del transporte de las cintas tubulares y de las cuerdas a las naves, que se encontraban a una distancia de 300 metros del cetáceo. Eran los responsables de guiar los barcos en el momento de «atrapar» estas cuerdas, guiados por el comandante del cuerpo de bomberos n° 18, que se encontraba al lado de la bióloga y recibía su orientación técnica sobre las condiciones físicas de la ballena.
  3. y 4. Flancos Este y Oeste:  responsables de pasar las cintas tubulares por debajo de la ballena. Guiaban la excavadora hidráulica al emplazamiento para crear «piscinas» a dónde la ballena sería dirigida tras ser levantada. También se ocuparon de instruir a los voluntarios que hidrataban y asistían a la ballena.


Guiados por la bióloga, los equipos de los flancos Este y Oeste, los pescadores y algunos civiles hicieron pasar las cintas tubulares por debajo de la ballena (a la altura de las aletas). A los curiosos se les advirtió que no tocaran la cola, con el fin de evitar lesiones. Algunas ballenas con lesiones en la cola ya no pueden nadar y se mueren una vez en el agua. 


Con la retroexcavadora se cavaron «piscinas» (ruta de escape para que la ballena pudiera volver al mar) entre la ballena y la moto acuática. Al maniobrar con la ballena hacia las piscinas, las motos acuáticas, los barcos, los bomberos militares y la población que ayudaba desde el agua consiguieron que el animal avanzara una distancia importante en el agua. La operación estaba siendo supervisada según la tabla de mareas favorables que había ocurrido a las 4:00 de la mañana, pero la ballena no había podido regresar al mar y la próxima subida de la marea se volvería a producir a las 04:11 de la tarde. 


Con la ayuda el flanco del Mar del Norte, se cogieron las cuerdas que fueron amarradas a los tres barcos por los bomberos en moto acuática, que contaban con el apoyo de los pescadores y que se comunicaban por radio con su comandante. Alineando estrechamente las actuaciones de levantamiento tras abrir las «piscinas», el apoyo de la gente empujando a la ballena y la tracción de las cuerdas ejercida por los pescadores desde los barcos. Todo ello con sumo cuidado para no dañar al cetáceo. Sobre las 4:00 de la tarde y aprovechando la marea favorable y el gran apoyo de máquinas y equipos, tras varios intentos, la ballena restableció sus fuerzas y nos ayudó a completar el brillante rescate.


Tras diez horas de agotadora exposición a las aguas heladas, obstaculizados por las olas y los fuertes vientos, los bomberos militares no cedieron de cara a las adversidades. Emplearon los recursos antes mencionados de una manera eficaz y organizada. Las tropas del CBMERJ fueron ensalzadas y felicitadas por una playa llena de gente y por diversos medios de comunicación por haber tenido éxito en la misión de salvamento de la ballena jorobada y produciendo alboroto y orgullo.

 

El éxito de este rescate se produjo por la colaboración de muchos actores:

  • Los bomberos militares participantes porque supieron llevar a cabo acciones de control contra el pánico, por su empeño con el cetáceo y su incansable operatividad al límite de la pleamar favorable.
  • Doña Aline Peixoto porque supo cómo transmitir sus conocimientos técnicos, haciendo que cada acción fuera correcta y extremadamente precisa.
  • El operador de la retroexcavadora que fue muy valiente y comprometido con la vida ajena.
  • La población de la playa de Praia Rasa de Búzios, distinguidos voluntarios que marcaron la diferencia en su compromiso con la vida de la ballena.